La educación sexual muchas veces se centra en prevenir.
Pero ¿qué pasa cuando ya pasó?

Ya tuviste sexo (oral, vaginal o anal), quizás sin protección, o con una pareja nueva…
Entonces ya es momento de testearte. Y no tiene por qué ser una experiencia traumática.

🌈 Cambiemos el enfoque: testearse es cuidarse, no culparse

Muchos viven el testeo como si fuera un castigo por “haber hecho algo mal”.
La verdad es otra: el testeo es parte del autocuidado, como ir al dentista o hacerse un chequeo de rutina.

No se trata de tener miedo, sino de tener control sobre tu salud.

📌 ¿Cuándo conviene hacerse un test de ETS?

Aunque no tengas síntomas, deberías testearte si:

• Tuviste sexo sin preservativo o campo de látex (oral, anal o vaginal)

• Cambiaste de pareja recientemente

• Tu pareja tuvo otras parejas

• Hace más de un año que no te hacés controles

• Tenés síntomas (ardor, flujo inusual, verrugas, sarpullidos, etc.)

• Estás iniciando una relación sexoafectiva nueva y quieren cuidarse mutuamente

• Estás embarazada o querés quedar embarazada

🤔 ¿Y si tengo miedo al resultado?

Es totalmente normal. Pero saber te empodera.
Cuanto antes se detecta una ETS, mejor se trata, menos se complica y se evita contagiar a otras personas.

Además, muchas ETS son curables (como clamidia, gonorrea, sífilis), y otras, como el VIH, tienen tratamientos muy efectivos que permiten una vida plena.

🙋‍♀️ ¿Dónde se hace el test?

• Centros de salud pública

• Campañas de testeo gratuito

• Clínicas privadas

• Algunos tests pueden hacerse incluso desde casa (según el país)
  Consulta en tu zona.

🛑 Y recordá: tener una ETS no te hace "sucio", “descuidado” ni “promiscuo”

La salud sexual no es moral: es salud.
El testeo no te define. Lo que te define es cómo te cuidás y cómo cuidás a otros.

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Porque el cuidado empieza por la información y se sostiene con herramientas accesibles.